sábado, 19 de enero de 2008

Dia del Trabajador

En vísperas a conmemorarse un nuevo 1° de mayo, convendría analizar cual fue la evolución de las conquistas de la clase trabajadora, que desde el año 1886 plantearan la justa aspiración de “la jornada laboral de ocho horas”.La ardua lucha de la clase trabajadora, que incluyó la masacre en Parque Haymarket (Chicago) y la aplicación de Juicios Político-Ideológicos a ocho dirigentes huelguistas que fueron acusados de “enemigos del orden y la sociedad” siendo tres condenados a cadena perpetua y los cinco restantes ejecutados, circunstancias que tiempo después se repetirían con Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, en procura de mejores condiciones de trabajo, a lo largo de los años, consiguió importantes conquistas laborales que hoy se traducen en leyes en la mayoría de los países del mundo. La continuidad de la lucha obrera trajo también los beneficios sociales con la clara pretensión de humanizar una economía basada en la explotación. En la Argentina se vivió un desarrollo similar en los sucesos del 7 y el 8 de Enero de 1919 en Buenos Aires, dicho patrón se repite en Octubre de 1921 en la gobernación de Santa Cruz.Las referencias históricas tienen como objeto desnudar el rol fundamental del Estado en el arbitrio de intereses entre los sectores de poder económico y los populares.Hoy en día nuestro Estado demuestra no tener la intención de hacer cumplir las normas vigentes, lo cual nos coloca paradójicamente a principios del siglo XXI: se está luchando por las mismas causas que lo hicieron los huelguistas del principio del siglo pasado, con la diferencia que las leyes existen, pero no hay voluntad política para que se apliquen.El pago en negro (sin aportes) generalizado incluso en reparticiones públicas, contratos precarios, las extensiones horarias con la figura de horas extras, el tráfico de indocumentados para el trabajo esclavo y las deliberadas distracciones de los organismos públicos a la hora de detectar irregularidades laborales son solo algunos ejemplos.

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